El otro día una persona me comentó la existencia de una app que permite buscar ropa (utilizando reconocimiento de imágenes) parecida a la de una foto en un catálogo de productos (de Zalando), de manera similar a cómo se puede buscar en Google una imagen a partir de otra. Interesante. Esto tenía que probarlo.
Con este sistema entonces, si se ve un determinado estilo por la calle, en fotos, en Internet, etc. se podría intentar localizar para comprar uno con un outfit similar. ¿Cómo funciona?
Una de las características más utilizadas sin duda de WhatsApp (y probablemente parte de su éxito) son los grupos de chat, que tienen un máximo de 256 participantes o usuarios. A diferencia de las listas de difusión de WhatsApp (en la que la comunicación es de uno a varios), en los grupos todos pueden comunicarse con los demás miembros sin más que enviar un wasap.
El administrador inicial del grupo de chat WhatsApp, es decir, la persona que puede añadir y eliminar usuarios es el que lo crea. Ahora ya es posible añadir otros y que un grupo de WhatsApp tenga varios y cómo hacerlo se explica paso a paso, siendo válido para iPhone, smartphones y tabletas con Android.
Actualizado en junio de 2018 ya que es posible ya retirar el rol de un administrador sin necesidad de echarlo del grupo.
WhatsApp sigue siendo el sistema de mensajería más utilizado, con más de 600 millones de usuarios, a pesar de que continuamente están surgiendo alternativas que intentan hacerle sombra.
Diariamente se envían y reciben miles de millones de wasaps en terminales con Android (smartphones y tabletas), iOS (iPhone), Windows Phone, Nokia Symbian y Blackberry.
Una vez recibido un wasap, si éste se borra, no se puede volver a descargar desde los servidores de WhatsAp pero sí que, si es muy importante, puede ser posible recuperar los mensajes y conversaciones eliminados (incluso en caso de que se cambie de smartphone), y así se explica a continuación paso a paso para la versión de WhatsApp en iPhone, Android, Windows Phone y BlackBerry.
En entornos profesionales pocos programas hay tan utilizados como las aplicaciones ofimáticas. A día de hoy, y ya desde hace muchos años, el “estándar” es Microsoft Office con Word como procesador de textos, Excel como hoja de cálculo y PowerPoint para hacer presentaciones, además de Access y otros incluidos en la suite.
Desde hace unos pocos años, el mundo de la conectividad móvil ha cambiado bastante y los smartphones y tabletas se han popularizado mucho, sustituyendo en muchos casos a los portátiles en los desplazamientos.
Las cuestiones son: ¿la ofimática móvil ha avanzado también a la misma velocidad? ¿Qué apps se pueden utilizar? ¿Son gratis?
El Nokia Lumia 1520 es un gran móvil en todos los sentidos. Hace tiempo que quería probarlo y compararlo con el iPhone 5s que utilizo diariamente y qué mejor ocasión que un evento de varios días como el blogtrip #MallorcaFeelings, en los que se exprime al máximo el terminal (y su batería) haciendo fotos y vídeos y compartiendo en redes sociales.
Nada más recibirlo, le puse mi número de móvil principal para poder utilizarlo de manera habitual, con las aplicaciones y usos que hago todos los días.
Personalmente no me convencen (mejor dicho, convencían) los móviles tan grandes. Tengo un iPhone 5s de 4” (afortunadamente tengo buena vista) y creo que es más que suficiente, de ahí que tuviera serias dudas sobre que me pudiese llegar a gustar un Smartphone de nada más y nada menos que 6 pulgadas. ¿Me cabría en el bolsillo? ¿Se agotará la batería enseguida? ¿Se puede manejar con una sola mano?
Este artículo es un poco más personal que de costumbre ya que comparto una experiencia propia y real que ocurrió este verano. Aclaro también que no está patrocinado por nadie ni me pagan mi me han regalado nada. Me ha resultado útil la vivencia y por eso la comparto. Recomiendo ver el vídeo de 4 segundos que incluyo porque vale la pena (sí, solo 4 segundos).
Junto con quedarse sin batería, uno de los mayores “miedos” de los propietarios de un Smartphone (sea de la marca que sea) es que éste se caiga y se rompa la pantalla (o el terminal entero). Yo tampoco soy una excepción. También confieso que siempre me han llamado la atención las fundas protectoras aunque dudaba que de verdad eviten la rotura. Ya no dudo…