
Hasta hace unos meses, los principales operadores en España subvencionaban la adquisición de los terminales con la particularidad que las ofertas realizadas eran más o menos personalizadas, lo que generaba un auténtico regateo de precios cuando finalizaba el contrato de permanencia para renovar.

La principal dificultad para mí es, obviamente, el idioma. Todo está en chino –simplificado o tradicional, aunque yo no los distingo- (no hay ni siquiera versión en inglés) y como su escritura no tiene nada que ver con la nuestra no es posible intentar “deducir” lo que pone, por lo que el proceso de alta fue una combinación de lógica, puntería, Google Translate y un poco de suerte.

Para activarlo no hay más que dejar pulsado el botón inferior del dispositivo unos segundos e inmediatamente queda a la espera de instrucciones (funciona también con el dispositivo conectado por Bluetooth). Hay que reconocer que su tasa de acierto no es muy elevada. En mi caso, salvo en entornos sin ruido, no intento llamar a nadie empleando este sistema porque suele equivocarse al marcar. Cuando además el nombre no es español (como el mío) es casi imposible (a Siri eso tampoco se le da muy bien).

La mejor opción es, desde luego, iCloud. Con esta aplicación fue muy sencillo sincronizar la agenda con la nube de Apple.
El problema era cómo hacer que el asistente pudiese acceder al iCloud del directivo. Por las características de su equipo no podía utilizar la aplicación (iCloud no es compatible con Windows XP).

El siguiente vídeo contiene las primeras impresiones al desembalar la consola.
El nuevo diseño, con una pantalla un 90% más grande que la 3DS, es mucho más redondo y ergonómico, con formas suaves y cantos redondeados. Comparativamente con el modelo anterior, el tamaño no es mucho más grande ni pesa mucho más (unos 100 gramos de incremento aproximadamente).

Lo que suelo hacer inmediatamente es enviar un aviso privado a la persona (por Twitter o por correo electrónico por ejemplo) diciendo que he recibido un mensaje extraño de su cuenta y le recomiendo que en primer lugar cambie su contraseña de Twitter por una que sea robusta (que contenga letras mayúsculas, minúsculas, números e incluso otros caracteres como #, $, etc.) y que además revise las aplicaciones autorizadas en su cuenta de Twitter (el apartado se encuentra en este enlace) quitando el permiso a todas aquellas que no sean imprescindibles.