Las tecnologías exponenciales son aquellas que siguen una pauta de crecimiento exponencial y servirán y, de hecho, están sirviendo ya para transformar ciertos modelos de negocio y solucionando diferentes problemas mediante la tecnologíay así será siendo en el futuro.
¿Cuáles son estas tecnologías exponenciales y en qué consisten?
Tabla de contenidos
A lo largo de la historia de la humanidad la evolución de la tecnología ha sido continua.
Las motivaciones han sido diversas (lamentablemente, muchos avances técnicos fueron realizados motivados por conflictos bélicos y guerras) pero lo cierto es que en los últimos 100 años los avances han sido muy significativos, destacando la revolución industrial y la posterior llamada cuarta revolución industrial o “revolución digital” en la que nos encontramos ahora mismo todavía y que seguirá entre nosotros unos cuantos años más, y en la que se utilizarán cada vez más y más tecnologías exponenciales de distintos tipos.
Estas tecnologías serán (o son), en algunos casos, disruptivas, entendiendo este concepto que son aquellas capaces de cambiar o transformar modelos de negocio.
Las tecnologías exponenciales podemos decir que tienen dos características:
La primera característica, ya comentada, es que el concepto de tecnologías exponenciales comprende aquellas que siguen patrón de crecimiento exponencial: en muy poco tiempo, el precio y complejidad de este tipo de tecnologías exponenciales va disminuyendo y, al mismo tiempo, su capacidad y el número de aplicaciones que las aprovechan van creciendo de forma exponencial
Un ejemplo muy claro es el de los ordenadores/informática, ya que siguen la denominada Ley de Moore Moore’s Law donde cada 24 meses se duplica su capacidad o rendimiento (o, dicho de otra manera, se reduce al 50 % su coste).
La Ley de Moore fue elaborada por Gordon Moore -extracto de “a conversation with Gordon Moore”, cofundador de Intel (la conocida empresa fabricante de microprocesadores), en la década de los años setenta del siglo XX que establece que la velocidad del procesador o el poder de procesamiento total de los ordenadores se duplica cada veinticuatro meses. Aunque en ocasiones se duda de si sigue vigente, en general se sigue considerando que sí y se da por buena.
Algunas de estas tecnologías exponenciales son:
Ciertas tecnologías, como los drones por ejemplo no son algo “nuevo”, ya que hace ya décadas que están entre nosotros, pero no ha sido hasta los últimos años cuando se han evolucionado y madurado hasta un cierto punto que su rendimiento o precio ha hecho posible que se empiecen a utilizar para dar solución a necesidades del mundo real.
Este aspecto es, precisamente, lo segundo que podríamos definir como característica: que sean utilizables, prácticas y asequibles, capaces de resolver problemas reales (y antes no o no estaban al alcance de cualquiera). Es decir, pueden resolver y resuelven muchos problemas de diferentes sectores.
Si combinamos tecnologías exponenciales entre sí, los resultados pueden ser incluso mejores.
Existe también el término economía exponencial (inicialmente acuñado por Nathan Myhrvold, antiguo directivo de Microsoft) y que afirma que gracias a las tecnologías exponenciales se aumentará y mucho la productividad (lo que reduciría el coste de la energía, el conocimiento, etc.), por lo que la riqueza y el bienestar se difundirían por todo el mundo.
Otro término relacionado con las tecnologías exponenciales es el de organización exponencial.
Las organizaciones exponenciales son aquellas capaces de causar un impacto mucho mayor que su competencia (“exponencialmente más alto”). Según sus autores en el libro ‘Exponential Organizations’ de Salim Ismail, Michael S. Malone y Yuri Van Geest (Exponential Organizations en libro o Exponential Organizations formato Kindle):
Una Organización Exponencial (ExO) es aquella cuyo impacto (o producción) es desproporcionadamente grande, al menos 10 veces más en comparación con sus pares debido al uso de nuevas tecnologías que aprovechan las tecnologías de aceleración.
Las start-ups o empresas que lo han logrado suelen tener como nexo común que están utilizando las tecnologías de la información y las comunicaciones, algunas de ellas exponenciales y operan en el mundo digital (sin perder la conexión con el mundo físico).
Un ejemplo de organización exponencial puede ser Netflix.
A diferencia de un videoclub, para el que es necesario disponer de un local, solicitar licencia de apertura, comprar DVDs con películas, contratar trabajadores,etc. con Netflix el número de clientes es potencialmente “infinito” sin más que invertir en ciertas infraestructuras capaces de darles soporte, pero es mucho más fácil gracias a la tecnología llegar a todos los habitantes de la Tierra por Internet que teniendo que montar uno o varios videoclubes por ciudad o pueblo.
El éxito de muchas organizaciones en el futuro no solo dependerá de emplear las tecnologías más adecuadas, sino también de aprovecharlas y mitigar y reducir los riesgos que pueden acarrear correctamente, de ahí que la innovación en las organizaciones puede ser un rasgo diferencial y cada vez es más importante rodearse de personal cualificado y con talento y hacer caso a sus recomendaciones (Proyecto de éxito = requisitos + comunicación + dejar al que sabe (aunque no sea jefe)).
Algunas nociones sobre algunas una de las tecnologías exponenciales enumeradas:
Ya se ha comentado cómo, según la Ley de Moore, la potencia de los sistemas informáticos (no solo los incluidos en PCs, sino también en smartphones, tabletas, etc.) se duplica en cada período, reduciendo los costes, haciéndola asequible a muchos bolsillos y abriendo la puerta a nuevas oportunidades y desafíos hasta entonces patrimonio de la ciencia ficción.
Una potencia de cálculo elevada permite simulaciones cada vez con modelos más complejos, procesamiento de datos en un menor tiempo, transacciones más rápidas, tomas de decisiones más ágiles, etc.
Hace tiempo que nos acercamos a la computación cuántica (que comentaremos en un punto posterior), entendida como un auténtico salto en el que la capacidad de proceso de los sistemas informático se disparará como nunca antes, lo que permitirá nuevas aplicaciones incluso más complejas y potentes (Realidad Virtual, Realidad Aumentada, etc).
Tener sistemas cada vez más potentes (ya desde hace años, desde que Gordon Moore enunció su “ley”) conlleva riesgos y es que con cada vez más sistemas digitales conteniendo información relevante, hay peligro de ataques y filtraciones.
De hecho, cuando la computación cuántica esté en el mercado, prácticamente todos los sistemas de cifrado simétrico y asimétrico para proteger la información y cifrar las comunicaciones confidenciales deberán cambiar o reforzar los requisitos ya que la potencia de cálculo para realizar ataques por fuerza bruta aumentará de forma exponencial.
Como también comentaba en el artículo Importancia de las actualizaciones. Vulnerabilidades que pueden ser letales, con los avances en la tecnología digital, se afrontan los riesgos de pérdidas de información (violación de la confidencialidad), disponibilidad, integridad, etc.
Las APT (Amenazas avanzadas persistentes) están a la orden del día, y la ciberseguridad en Internet y, en general, la seguridad de la información, un recurso crítico y de importancia estratégica para las organizaciones, ya que muchas de ellas desaparecerían si careciesen de sus datos, no siempre se protege lo suficiente y los cibercriminales usan cada vez técnicas más sofisticadas o ponen al servicio de los demás sus conocimientos en el Crimen como servicio o Crime as a service.
La seguridad informática afecta a todas las tecnologías digitales, sean o no exponenciales ya que cualquier vulnerabilidad puede ser explotada con graves consecuencias económicas, medioambientales e incluso de daño a personas o pérdida de vidas.
Los ordenadores cuánticos no van a sustituir a los actuales, sino que son diferentes y mucho más potentes.
Los ordenadores actuales trabajan con bits (que son uno tipo de datos que pueden valer 0 o 1, ser verdadero o falso, una luz encendida o apagada). Todas las instrucciones y operaciones que hacen los programas que usas diariamente que se ejecutan en smartphones, PCs, etc. en último término se traducen a operaciones con 0s y 1s en lo más íntimo de sus procesadores.
Cuanto más rápido puedan hacer estas operaciones los equipos, más rápido se tendrán lógicamente las respuestas.
Los ordenadores cuánticos son muy diferentes. No trabajan con bits, sino que su unidad de información son los denominados qubits, una unidad de información cuántica. Estos qubits tienen dos características:
Esto permite modelar las operaciones como un sistema mucho más sofisticado y rápido que los ordenadores actuales, pudiendo hacer muchas más operaciones en menos tiempo.
Gracias a esta enorme y exponencial potencia de cálculo, es posible analizar muchas más posibilidades y patrones hasta ahora imposibles de conseguir en un tiempo razonable que no sean miles de millones de años, abriendo la puerta a nuevas posibilidades totalmente imposibles a día de hoy pero, también, a tener que reformular muchos sistemas ya que la robustez de muchos sistemas de seguridad se basa en la capacidad de proceso informático que, literalmente, explotará con este tipo de ordenadores cuánticos.
Ya hay versiones iniciales «comerciales» de ordenadores cuánticos como este de IBM.
Vídeo del «The world’s first integrated quantum computing system«:
La impresión 3D cada vez está más introducida en diferentes sectores.
La impresión 3D crea un objeto real a partir de unos planos en formato electrónico, exactamente igual que se puede generar un documento en una impresora convencional, pero con la particularidad de que es en tres dimensiones. Las impresoras 3D conforman el futuro.
Las aplicaciones están limitadas solo por la imaginación. Solo imagina poder tener un dispositivo capaz de transformar en un objeto físico todo lo que informáticamente seamos capaces de modelar (o descargar de Internet modelado) posiblitando, potencialmente, crear un mundo.
Un ejemplo de uso podría ser crear prótesis para partes del cuerpo que sean tal y como la persona necesita. Otro: Imaginemos que se rompe una pieza del coche, de un juguete, etc.: si disponemos del plano en 3D, podríamos construirla en casa.
Existen impresoras 3D en desarrollo como Foodini (Natural Machines, de Barcelona) capaces de “crear” comida, usando diversos alimentos como materiales de impresión.
Otras, de gran tamaño, se están usando para “imprimir” casas de cemento y hormigón en tiempo récord y a un coste muy reducido.
Nadie duda ya que los robots no solo están aquí (ya no es algo futurista) sino que han llegado para quedarse.
Con sistemas informáticos con cada vez más capacidad, dotados de modernos sensores que pueden interpretar en tiempo real todo lo que ocurre e, incluso, están interconectados con dispositivos IoT (Internet of things o internet de las cosas) e inteligencia artificial para recopilar toda la información del entorno e interactuar con él.
Todo esto permite que los robots no solamente puedan llegar a realizar tareas repetitivas, sino que pueden incluso realizar acciones preventivas o correctivas prematuramente de lo que puede llegar a pasar, algo que al ojo humano no sería apreciable, reduciendo costes y ahorrando tiempos muertos de las plantas de producción, por ejemplo.
En este vídeo, se puede ver cómo los robots ejecutan acciones muy diferentes:
Enlazado con la impresión 3D comentada en el punto anterior, hay incluso robots capaces de crear piezas para autorregenerarse, como el proyecto RepRap, que persigue la construcción de una eficiente impresora 3D capaz de autorreplicarse, es decir, de imprimir las piezas necesarias para montar otra como ella y de este manera, con impresoras 3D asequibles, poder dotar a los ciudadanos de la capacidad de generar los productos que necesitan en su vida diaria independientemente de sus recursos o de dónde viven.
RepRap from Adrian Bowyer on Vimeo.
La inteligencia artificial (IA o artificial intelligence AI) es aquella inteligencia llevada a cabo por máquinas. Se entiendo que una máquina considerada inteligente es capaz de percibir su entorno y ejecutar las tareas que se le han encomendado de la mejor manera posible según su programación.
También se suele asociar a la inteligencia artificial a aquellas máquinas que son capaces de imitar, con más o menos acierto, funciones humanas como:
La Inteligencia Artificial está siendo ampliamente desarrollada y utilizada no solo para aplicaciones militares sino también por ejemplo en los coches autónomos, en videojuegos e incluso en crear algoritmos para ganar el juego Go o, como hace Facebook en su prototipo de inteligencia artificial, para detectar cómo ganar al póker y bate a 5 ases.
El concepto de la inteligencia artificial no es en absoluto nuevo, sino que ya lleva entre nosotros muchos años, en concreto, desde 1955 pero solo en los últimos años se ha convertido en una tecnología realmente exponencial gracias a tres factores:
En particular, la inteligencia artificial se ha visto muy beneficiada sobre todo por el big data y el “machine learning”
A medida que se reduce cada vez más el coste de los diferentes tipos de sensores y que cada vez hay más dispositivos IoT (Internet Of Things – Internet de las cosas-) conectados y aportando información, se generan más y más datos que se recogen de muy diferentes fuentes. Hay que pensar que casi cada acción que realizamos queda registrada en una o varias bases de datos almacenando diferentes informaciones.
El “big data” es el término que describe esta enorme (no necesariamente masiva) recolección de datos que entre todos (personas y dispositivos) generamos diariamente, y toda esta información ayuda a los sistemas de Inteligencia Artificial a entrenarse, detectando patrones y a “aprender”.
No es lo mismo enseñar la foto de una casa a un sistema y decirle que eso es una casa que enseñar millones de fotos de casas, pisos, etc. para que pueda ser capaz de diferenciar los distintos tipos de viviendas e, igual que los humanos, vaya “aprendiendo”.
El “machine learning” consiste en un análisis de los datos y en realizar un aprendizaje de ellos a través de la experiencia acumulada (toma de decisiones, predicciones y extracción de resultados). Esto permite que los sistemas encuentren ciertos patrones sin necesidad de que se programen de manera específica.
El “machine learning” puede verse como un subconjunto de la Inteligencia Artificial y una de las alternativas que existen para crearla y, de hecho, es una de las más importantes, ya que no requiere de intervención humana pues simplemente necesita analizar y procesar más y más datos.
El conocido como “Deep learning” o aprendizaje profundo es un parte del campo del “machine learning” que usa redes neuronales para el aprendizaje.
Estas redes neuronales son simulaciones informáticas que siguen un patrón elaborado por humanos.
El “Deep learning” incluye aspectos relacionados con los algoritmos de “machine learning”, inteligencia artificial y, por supuesto, la parte de redes neuronales.
Otro concepto importante relacionado con la Inteligencia Artificial es la conocida como singularidad tecnológica, que consiste en la llegada de una “strong IA” (Inteligencia artificial fuerte – frente a una “weak IA” o inteligencia artificial débil) también llamada Inteligencia Artificial General.
Cuando se alcance ese punto de singularidad tecnológica, el equipo (PC, robot, etc.) que la alcance será capaz de mejorarse de manera continua e incluso de crear otros equipos mejores que él, y así de manera recursiva. En este caso se produciría una “explosión de inteligencia” y las máquinas inteligentes podrían diseñar máquinas más y más potentes e inteligentes, mucho más que los humanos.
No se sabe qué pasará en ese punto, aunque existen diferentes enfoques y teorías, ya que hace falta pensar como un no-humano. Algunos piensan que se producirá una fusión entre los humanos y las máquinas y que incluso estas máquinas inteligentes dominarán la Tierra y se expandirán por el universo al más puro estilo de película de ciencia ficción.
Por biotecnología se entiende toda aplicación tecnológica que emplee sistemas biológicos y organismos vivos o sus derivados para crear (o modificar) productos o servicios para usos concretos.
Estos sistemas biológicos u organismos vivos pueden o no estar modificados genéticamente, por lo que no es lo mismo ingeniería genética que biotecnología.
Las aplicaciones de la biotecnología están presentes en muy diferentes campos como la medicina, la industria alimentaria, la agricultura, etc.
La nanotecnología consiste en manipular la materia a escala muy pequeña, del orden de nanómetros (entre 1 y 100), alterando los átomos y las moléculas para fabricar productos desde una dimensión microscópica.
Cuando se trabajan en estas dimensiones, hay que tener en cuenta los efectos de la mecánica cuántica, ya que no son despreciables y es un campo de estudio en el que se está investigando e invirtiendo mucho.
El grafeno es un material que presenta unas propiedades interesantes, ya que conduce muy bien la electricidad, es transparente, resistente y muy elástico e incluso hay investigadores que han logrado crear láminas de grafeno de densidad similar a un papel pero más fuertes que el acero. En otros casos han conseguido crear millones de nanotubos sobre una lámina de silicio que en el futuro se podrían usar para almacenar energía de forma eficiente o crear sensores.
Este material, el grafeno, parece que será, entre otros, uno de los componentes fundamentales de chips o componentes electrónicos del futuro y permitirá grandes avances en el campo de la nanotecnología, pero no es el único.
Gracias a la nanotecnolgía, por tanto, se van a poder crear nuevos materiales y dispositivos de una forma hasta antes imposible, con aplicaciones en electrónica, medicina, producción de energía (baterías mucho más eficientes), etc.
Las consecuencias de este tipo de materiales y su entrada en los mercados son desconocidas por el momento, pero pueden ser muy disruptivas.
El avance de los drones en los últimos años ha sido muy notable, ya que es una combinación realmente de informática, robótica y tienen cada vez sistemas autónomos basados en inteligencia artificial.
Con drones cada vez más autónomos, es posible utilizarlos de forma supervisada a distancia o bien totalmente automáticos para realizar tareas peligrosas o repetitivas pero desde el aire.
Parece claro que cada vez se están planteando más como complemento en la Industria 4.0, para proporcionar diferentes servicios (incluyendo usos militares) e incluso en el campo de la logística para reparto de mercancías o proporcionar Internet a zonas remotas.
En mi caso solo he probado drones con control manual «Cómo volar un dron«:
La tecnología o, mejor dicho, tecnologías, blockchain (qué es blockchain y para qué sirve) permiten crear y registrar transacciones seguras, privadas (dependiendo del tipo de blockchain), de forma fiable y –esto es lo más novedoso- sin una entidad central que coordine o decida – es decir, descentralizado- utilizando avanzados sistemas criptográficos.
En esencia, blockchain es una base de datos distribuida (léase replicada) en múltiples nodos P2P o peer to peer y se modela, como su nombre indica, como una cadena virtual (electrónica) de bloques, enlazados uno detrás del otro con orden con un método que asegura la integridad de la cadena, y cada bloque contiene la información de una o varias transacciones, estados, datos, etc..
Lo interesante es que dos partes pueden llegar a realizar una cierta operación entre ellos sin intermediarios usando solo blockchain, registrarla en un bloque, y todo el mundo puede ver que se ha realizado esa transacción (o solo algunos, según cómo se haya diseñado el sistema), pero, a la vez, si así se desea, el anonimato de quiénes son los que han intervenido.
Este registro de las transacciones además se mantiene de forma fiable, inalterable y distribuido, lo que contribuye a aportar fiabilidad, transparencia y seguridad incluso (en blockchains públicas, a diferencia de las privadas, federadas o híbridas) sobre Internet y en entornos inseguros en el que los nodos no se conocen entre sí.
Como la información está además replicada en múltiples nodos, la disponibilidad de este tipo de sistemas es muy alta.
Blockchain es el sistema que se utiliza como “libro mayor” de Bitcoin, y ahí se registran todas las operaciones de pagos e ingresos realizados en bitcóines, pero el uso de la cadena de bloques no termina ahí ni mucho menos, ya que existen muchos (y cada vez más) sistemas que utilizan este tipo de tecnologías.
En Bitcoin se registran (solo) las transacciones y los saldos de cada usuario, pero existen blockchains más avanzadas como Hyperledger Fabric (aunque estrictamente no es una blockchain sino un framework para implementarla) o Ethereum, entre otras, que permiten ejecutar además smart contracts.
Un smart contract es un programa informático capaz de ejecutar ciertas acciones según las instrucciones que se le ha definido, y al hacerlo sobre una blockchain, los datos con los que trabajan son de confianza y todas las operaciones quedan registradas sin posibilidad de ser borradas o alteradas.
Un ejemplo de un smart contract sobre Ethereum podría ser una «porra» de varias personas ante un partido de fútbol. Todas ellas (supongamos que unas personas no confían en las otras) depositan un dinero en un bote común administrador por el sistema informático (por ejemplo, en bitcóines) y definen un «contrato inteligente», de tal manera que según la predicción de cada uno sobre lo que pasará en el resultado, el smart contract averiguará el resultado del partido y, automáticamente, transferirá el dinero al que ha ganado o lo guardará para el siguiente a modo de bote si no hay ganadores.
La capacidad de guardar y recuperar datos confiables e, incluso, de manipularlos y volver a consultarlos teniendo la confianza de que “son buenos” aporta soluciones (incluso a unos costes reducidos) a múltiples problemas del mundo actual, y por ello se considera que son tecnologías disruptivas e incluso exponenciales, ya que su capacidad y prestaciones no dejan de aumentar.
Buenísimo y muy útil para mi y praa todos los Alfanautas inversores. Pondré tu referencia en el próximo informe, como muy didático, para las inversiones en fondos Hucha. Muy agradecido estimado Christian, por esta información tan importante para un no experto en estas nuevas tecnologías.
Muchas gracias, Juan!!!!
Buenísimo el artículo y muy claro sobre todo hasta para los burros tecnológicos como yo hahahaha. Está claro que el futuro gracias a la tecnología es prometedor y mejor para todos y gracias a cracks como tú que nos lo explican con palabras llanas podemos empezar a vislumbrarlos, pero no debemos olvidar el factor humano y el contacto que cada día se pierde mas con tanto mensaje de whatsapp y tanta tontería en redes sociales.
Gracias, Sergio.
Hola Christian, gracias por este nuevo artículo, tan interesante como siempre. La verdad es que es abrumador el horizonte que se vislumbra en todos estos campos, aunque si te soy sincero, no tengo claro si me gusta hacia dónde va todo esto. Al final la tecnología me da la sensación que poco a poco ha ido dejando de estar al servicio de las personas, para pasar a ser al contrario, y empiezo a creer que las personas empezamos a estar supeditados por la tecnología. O igual es que simplemente me voy haciendo viejo y me pasa como le pasaba a nuestros padres y abuelos, y simplemente toca ir dejando paso a las nuevas generaciones que nacen con todo esto ya implantado.
Saludos
Hola, Scherzo
Para nada hay que sentirse abrumado: las mejoras vienen y hay que intentar conocerlas para aprovecharlas en nuestro beneficio en la medida de lo posible con la máxima de que la tecnología es una herramienta, no un fin…
Saludos y gracias por el comentario.
Hola Christian
Buena recopilación de información, y sobre todo el intro me ha gustado. Un comentario sobre el texto en la parte de Computación cuantica, me parece que tienes un error en la manera de expresar la cantidad de estados que puede tener la computación binaria; no es lineal, ejemplo: 8 bits, para ti son 8×2 estados los que pudes repreentarse, eso es incorrecto, son 2 a la octava potencia. De hecho estas usando esa formula para el sistema de Qbits, lo cual hace que tambien el dato que tienes para ese sea incorrecto. Para el sistema binario es 2 a la n. Y para el sistema cuantico realmente se calcula con base en el número de Qbits y la cantidad de estados simultaneos.
Cierto, Manuel.