¿Qué diferencias hay entre blockchain y DLT (Distributed Ledger Technology) y qué tienen en común? Estos términos son cada vez más populares y muy frecuentemente confundidos y, aunque comparten concepto, no son lo mismo y conviene conocer la diferencia.
¿Sabes qué es blockchain y una DLT y qué diferencias y puntos en común tienen?
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Es incuestionable que blockchain es una tecnología de moda (o, mejor dicho, un conjunto de tecnologías, ya que hay de muy diferentes tipos y características y propiedades).
Gracias a Bitcoin, sobre todo, blockchain ha adquirido un protagonismo entre las llamadas tecnologías disruptivas. Estudio e investigo sobre blockchain desde 2015-2016 (estoy haciendo el doctorado sobre blockchain y ciberseguridad, de hecho) y puedo observar cómo el interés por desarrollar usar la cadena de bloques (ya que ahora es cuando cada vez es más utilizable desde un punto de vista empresarial, aunque todavía está bastante verde en muchos aspectos y le queda madurar) es cada vez mayor.
Estas “nuevas” tecnologías nos obligan a introducir en nuestros vocabularios nuevos términos e ideas hasta entonces poco (o nada) utilizados.
Añado también que muchos conceptos relacionados con Bitcoin y blockchain son técnicamente complejos y por eso también hay muchos artículos en webs y blogs en los que se explica de forma parcial, confusa (alguien que “oye campanas pero no sabe dónde suena” como dice un amigo), errónea o interesada, ya que lamentablemente hay muchos timos y “ruido” alrededor de las criptomonedas por parte de personas que quieren lucrarse a costa de otros, pero eso no tiene nada que ver con la tecnología.
A continuación, explico de manera simplificada cada concepto:
Una DLT es una tecnología de registro distribuido (“Distributed Ledger Technology” en inglés).
Se puede ver una DLT como una base de datos que se encuentra distribuida entre varios participantes (equipos informáticos o nodos diferentes) que la gestionan y carecen de una autoridad central.
La ausencia de una autoridad central implica que, lógicamente, no está centralizada y no hay nadie que ejerza las funciones de verificar la información y velar por su exactitud.
Por lo general, todos los participantes (nodos o equipos informáticos) poseen la misma “categoría” desde el punto de vista de autoridad, y cada uno de ellos puede actualizar el registro distribuido y los demás verificarán la información.
Para realizar esta validación de la información almacenada y de las transacciones, se elige un algoritmo de consenso que es el que se encarga de decidir, como su nombre indica, cómo se toman las decisiones. Por supuesto, existen diferentes tipos de mecanismos de consenso y dependiendo de ellos, pueden intervenir todos los participantes o en otros casos solo algunos “elegidos”.
Lo importante es que cuando los participantes del sistema distribuido aceptan la información, ésta queda grabada en la base de datos distribuida.
Por otra parte, que sea una información que se encuentra distribuida (léase repartida y disponible) entre varias partes aumenta la disponibilidad de acceso a la misma y transparencia (hay más puntos donde comprobar la información) y también es más difícil de alterar/falsificar (ya que habría que hacerlo no en uno, sino en varios sitios).
Como decíamos, la tecnología o, mejor dicho, tecnologías, blockchain (qué es blockchain y para qué sirve) permiten crear y registrar transacciones seguras, privadas (dependiendo del tipo de blockchain), de forma fiable y sin una entidad central que coordine o decida – es decir, descentralizado- utilizando avanzados sistemas criptográficos.
Blockchain es una base de datos distribuida (léase de nuevo replicada y disponible) en múltiples nodos P2P o peer to peer (equipos informáticos que se comunican entre sí todos con todos) y se modela, como su nombre indica, como una cadena virtual (electrónica) de bloques, enlazados uno detrás del otro con orden con un método que asegura la integridad de la cadena y que no puede ser modificada, y cada bloque contiene la información de una o varias transacciones, estados, datos, etc..
Para determinar qué información se añade o no, se emplean también como en el caso de las DLTs diferentes mecanismos de consenso como la Prueba de trabajo (Proof of Work), prueba de participación (Proof of stake), prueba de autoridad, prueba de votación, etc.. No nos vamos a profundizar en ellas ya que para entender el concepto de blockchain no son imprescindibles.
Lo que sí es importante destacar es que dos partes pueden llegar a realizar una cierta operación entre ellos sin intermediarios usando solo blockchain, registrarla en un bloque, y todo el mundo puede ver que se ha realizado esa transacción (o solo algunos, según cómo se haya diseñado el sistema), pero, a la vez, si así se desea, el anonimato de quiénes son los que han intervenido.
Este registro de las transacciones además se mantiene de forma fiable, inalterable y distribuido, lo que contribuye a aportar fiabilidad, transparencia y seguridad incluso (en blockchains públicas, a diferencia de las privadas, federadas o híbridas) sobre Internet y en entornos inseguros en el que los nodos no se conocen entre sí.
Como la información está además replicada en múltiples nodos, la disponibilidad de este tipo de sistemas es muy alta.
Blockchain es el sistema que se utiliza como “libro mayor” de Bitcoin, y ahí se registran todas las operaciones de pagos e ingresos realizados en bitcóines, pero el uso de la cadena de bloques no termina ahí ni mucho menos, ya que existen muchos (y cada vez más) sistemas que utilizan este tipo de tecnologías.
En Bitcoin se registran (solo) las transacciones y los saldos de cada usuario (aunque se pueden guardar también hasta 80 bytes de información en un campo de la transacción), información que está muy limitada.
Existen para paliar esta limitación otras plataformas de cadenas de bloques como Hyperledger Fabric (aunque estrictamente no es una blockchain, sino un framework para implementarla) o Ethereum, entre otras muchas (“Blockchain no termina en Bitcoin ni mucho menos”), que permiten ejecutar más operaciones sobre la información e, incluso modificarla, registrar sus cambios, etc.
Una confusión frecuente es creer que todas blockchain y DLTs son lo mismo, cuando no es así.
En esta intervención que tuve en Radio Melide el 21 de enero de 2020 comento sin entrar en cuestiones técnicas qué es blockchain y para qué se puede utilizar:
A priori, puede pensarse que son lo mismo y es que sí que es cierto que tienen características muy parecidas y es que realmente una blockchain o cadena de bloques es un tipo de DLT por sus propiedades ya comentadas, pues son bases de datos que permiten una gestión distribuida de la información, lo que proporciona integridad, disponibilidad y seguridad al sistema.
Sin embargo, DLT es un concepto más genérico pues solo se refiere a que es una base de datos distribuida y descentralizada.
Las diferencias entre blockchain y las DLTs son:
La principal diferencia es que en el caso de blockchain, la “base de datos” se encuentra en distribuida en bloques que, como su propio nombre (“blockchain”) indica, forman una cadena de bloques cuyos contenidos están protegidos frente a alteraciones por mecanismos criptográficos.
Cuando se añade un bloque a la cadena de blockchain con información de diferentes operaciones que se han realizado, se le incorpora, mediante funciones criptográficas, una especie de “sello lacrado que permite detectar muy fácilmente si ha sido manipulado o, por el contrario, contiene íntegra la información que se almacenó en él.
En el caso de una DLT, los datos se pueden representar de otras maneras diferentes a una cadena de bloques, pudiendo ser o no inmutables dependiendo de la aplicación y el caso.
Es importante destacar que blockchain solo permite añadir información o transacciones, es decir, solo se pueden incorporar, pero nunca (más que imposible, es extremadamente difícil) modificar o borrar.
En el caso de blockchain además, cada bloque está enlazado con el anterior y como en cada uno hay ciertas transacciones e informaciones, puede mantenerse una trazabilidad del orden y momento en el que fueron incluidas para ser inalterables.
Esto puede, o no, ser así en una DLT.
Sin entrar en muchos detalles técnicos, el nivel de confianza que hay entre los participantes implicará mantener unos mecanismos de consenso entre todos para generar y validar la información que serán tanto más restrictivos, cuanto mayor desconfianza exista entre unos y otros.
Por ejemplo, si celebramos una fiesta y sabemos que solo van a poder venir amigos de confianza, no es necesario disponer de seguridad privada. Si a la fiesta puede venir “cualquiera”, sí que habrá que ser más cautos. En el caso de los sistemas que almacenan información sin una autoridad central ocurre lo mismo: hay que aumentar los controles cuanto menos confíen unos participantes en los otros.
No son iguales los mecanismos de consenso empleados en ciertas cadenas de bloques, que además tienen las características ya comentadas, que los de las DLTs.
Blockchain y otras DLTs pueden ser tecnologías disruptivas (incluso son clasificadas como tecnologías exponenciales) capaces de alterar diferentes modelos de negocio y formas de trabajar y de hecho muchos sectores (logística, finanzas, educación, ciberseguridad, etc.) están trabajando e investigando en esta línea.
En este estudio de la consultora Accenture aseguran que la banca puede ahorrar costes de hasta un 50 % gracias a las DLTs en general y blockchain en particular en muchos casos.
Santander ha identificado 20-25 casos de uso interno para esta tecnología y predice una reducción en los costes de infraestructura de los bancos de hasta 12,8 mil millones de libras al año.
Por tanto, parece que las DLTs y blockchain han llegado para quedarse y por eso conviene ir entendiendo estos conceptos y tener clara las diferencias entre blockchain y DLT.
Muy buen post.
Interesantes tus comentarios me gustaría saber algo de como puede uno entrar para comentar algo en Likelin o un blog
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