
Hasta el 31 de enero de 2013 se puede comprar en la Tienda online de Microsoft por 29,99 € IVA incluido la versión Windows 8 Pro. Cualquier persona que quiera puede hacerlo.
En mi opinión es un precio muy muy atractivo como para dejarlo pasar. El único requisito es que tengamos Windows XP Service Pack 3, Windows Vista o Windows 7 (en este último caso al instalar se mantienen archivos y configuraciones, en los demás no) y que desde el punto de vista de hardware cumplamos tener al menos:

Lo más destacable (y lo que subraya Nintendo) es que tiene unas pantallas más grandes que el modelo anterior (tanto la superior como la inferior) sin que por ello aumenten excesivamente las dimensiones ni su peso (336 gramos frente a los 235 de la 3DS). La pantalla superior (donde se puede ver 3D) crece un 90% aproximadamente hasta las 4,88 pulgadas según Nintendo y la inferior hasta las 4,18. A la hora de jugar es mucho más agradable ya que se ve todo bastante más grande sin que los juegos salgan pixelados, aunque algunos contornos de las imágenes podrían estar un poco más suavizados (¿quizá para el futuro modelo HD?).

Para activarlo no hay más que dejar pulsado el botón inferior del dispositivo unos segundos e inmediatamente queda a la espera de instrucciones (funciona también con el dispositivo conectado por Bluetooth). Hay que reconocer que su tasa de acierto no es muy elevada. En mi caso, salvo en entornos sin ruido, no intento llamar a nadie empleando este sistema porque suele equivocarse al marcar. Cuando además el nombre no es español (como el mío) es casi imposible (a Siri eso tampoco se le da muy bien).

El siguiente vídeo contiene las primeras impresiones al desembalar la consola.
El nuevo diseño, con una pantalla un 90% más grande que la 3DS, es mucho más redondo y ergonómico, con formas suaves y cantos redondeados. Comparativamente con el modelo anterior, el tamaño no es mucho más grande ni pesa mucho más (unos 100 gramos de incremento aproximadamente).

Según a quién se le pregunte o dónde se consulte se obtienen respuestas radicalmente diferentes. Mi primer portátil me lo trajo Papá Noel en 1999 y desde entonces me ha preocupado este tema, más incluso hoy en día pues además del portátil tenemos móviles, cámaras de fotos, de vídeo, tabletas, MP3/MP4, ebooks, etc. Es decir, cada vez dependemos más de unas baterías que no sabemos muy bien cómo cuidar.
En estos años he tenido contacto con cientos de portátiles (no míos, obviamente) y este hecho (junto con las experiencias oídas) solo ha contribuido a reforzar mi «teoría» de uso.

Sorprende el número de páginas que tienen en 1990 y 1991. ¡Más de 200! Entre 1994 y 1996 superan las 100, lo que contrasta con las 24 del “folleto” de 2004. En los últimos años no sé si no cogí porque no había o porque en pocas hojas. ¡Una pena!
Es asombrosa también la evolución de la informática de consumo en estos 22 años. Me planteo hacer un post año a año. Hay muchas marcas que ya no sé si existen y me he quedado sobre todo con que en el catálogo de 1990 ya hay móviles (por llamarlos de alguna manera pues pesan más de 2 Kg.). Me ha hecho mucha gracia (para los que critican los precios de los terminales de gama alta actuales –aunque hay que verlo en perspectiva-) que un Nokia 8110 en 1996 (con Airtel) valía 93.000 pesetas (se me hace raro escribir pesetas) unos 560€. Un iPhone 4S libre en Apple vale 599€.
Los ordenadores, en cambio, los encuentro mucho más económicos hoy en día (sin entrar ya en la abismal diferencia de prestaciones).