Las direcciones textuales de páginas web en Internet (las populares www.google.com, www.wikipedia.org, www.rae.es, etc.), se crearon principalmente porque a nosotros, los seres humanos, nos resulta más fácil acordarnos de letras formando palabras que de números. Es mucho más sencillo recordar www.christiandve.com que 82.98.134.156 ¿verdad?
Nos resultan familiares las direcciones terminadas en .com, .es, .net, etc. (se llaman dominios genéricos de alto nivel gTLD – Generic Top Level Domain). Hasta hace poco había 22 diferentes pero están en camino casi de 2.000 nuevas punto algo… ¿Por qué hay diferentes “punto algo” y para qué sirve cada una? Sigue leyendo
Hoy en día es muy habitual que niños y jóvenes de todas las edades utilicen regularmente dispositivos como un iPad (muy usado por toda la familia como se pudo comprobar en el artículo de las 108 capturas de pantallas de iPad), iPod touch o un iPhone conectados a Internet, donde pueden ver cualquier página web usando Safari u otros navegadores, por lo que los padres o tutores preferirían que hubiese algún tipo de filtro que impidiese el acceso a páginas con contenidos poco acordes a la edad de los jóvenes usuarios como pornografía, violencia, etc.
A partir de la versión 7 de iOS, el sistema operativo del iPad, iPod touch y iPhone, es muy fácil restringir el tipo de páginas que se pueden abrir sin necesidad de programas adicionales, protegiendo así a los menores, de contenidos inadecuados usando un control paternal.
Para activar paso a paso estas restricciones a páginas para adultos y más (como impedir la instalación o borrado de programas en el iPad, iPod o iPhone, etc.), hay que acceder al apartado de:
Actualizar un sistema informático en general es siempre un proceso arriesgado, muchas veces laborioso y con resultados imprevisibles (incluso existe un dicho: «Si funciona, no lo toques«), ya que se corre el riesgo de que algo que va bien, deje de hacerlo. Las webs y blogs no son una excepción. Es cierto que lo más habitual es que no haya problemas, pero eso no quiere decir que siempre sea así.
Por otra parte, cuando estos sistemas están expuestos a Internet, deben estar lo más al día posible para estar protegidos de las vulnerabilidades o fallos que pueda tener el software que utilizan. Debemos, por tanto, llegar a un compromiso entre actualizar y no hacerlo.
Siempre que cambio de versión una web sigo un «ritual» que, a lo largo de más de 19 años haciendo y manteniendo páginas, me ha ahorrado bastantes sustos y disgustos:
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Mis artículos, como ya he comentado en alguna ocasión, suelen estar inspirados en mi realidad y experiencias. Este no es una excepción y el él intento explicar lo que está ocurriendo con mi blog que funciona, lamentablemente, de manera irregular desde el pasado domingo 22 de septiembre hasta hoy.
La causa es que está siendo víctima de un violento ataque en el que miles de solicitudes de acceso por hora (en los últimos veinte minutos he contado casi 1800 y desde el domingo más de 65000) están provocando que el servidor de la página se sature y finalmente, de vez en cuando, deje de funcionar.
En Internet hay tanta información que la única manera que hay localizar lo que se desea encontrar (si no se sabe dónde está) es empleando buscadores (en el caso de una imagen se puede intentar encontrar también buscando no con palabras clave sino con un fichero).
A pesar de las continuas mejoras en los algoritmos de búsqueda, no siempre los primeros resultados son los que necesitamos. Eso implica tener que visitar más de una página web y el proceso requiere su tiempo. Hay pocas cosas más frustrantes que creer encontrar la información deseada y que la página dé un error por una u otra razón.
Las empresas y organizaciones son cada vez más conscientes no solo de la importancia de tener una web corporativa diseñada para su público objetivo, sino de que ésta esté bien posicionada en los buscadores en general y en Google en particular (en España es el más utilizado con diferencia).
No es suficiente con tener una página repleta de servicios e informaciones. Los potenciales clientes deben poder encontrarla fácilmente en Internet y para ello es necesario aparecer en la primera página de resultados de los motores de búsqueda (idealmente entre los tres primeros y lo mejor, es, por supuesto, estar en el primer puesto).