En determinadas ocasiones puede resultar interesante detectar cualquier cambio de contenidos o textos que pueda tener lugar en una web o blog, tanto propio como de la competencia o de un tercero (por ejemplo, supongamos que estamos pendientes de que cambie un precio de un cierto producto que nos interesa).
La opción más obvia es visitar regularmente los distintos contenidos pero es poco práctica.
Afortunadamente, hay herramientas gratis en Internet que facilitan esta labor, funcionan muy bien y proporcionan información muy completa.
Hoy en día es muy habitual que niños y jóvenes de todas las edades utilicen regularmente dispositivos como un iPad (muy usado por toda la familia como se pudo comprobar en el artículo de las 108 capturas de pantallas de iPad), iPod touch o un iPhone conectados a Internet, donde pueden ver cualquier página web usando Safari u otros navegadores, por lo que los padres o tutores preferirían que hubiese algún tipo de filtro que impidiese el acceso a páginas con contenidos poco acordes a la edad de los jóvenes usuarios como pornografía, violencia, etc.
A partir de la versión 7 de iOS, el sistema operativo del iPad, iPod touch y iPhone, es muy fácil restringir el tipo de páginas que se pueden abrir sin necesidad de programas adicionales, protegiendo así a los menores, de contenidos inadecuados usando un control paternal.
Para activar paso a paso estas restricciones a páginas para adultos y más (como impedir la instalación o borrado de programas en el iPad, iPod o iPhone, etc.), hay que acceder al apartado de:
Actualizar un sistema informático en general es siempre un proceso arriesgado, muchas veces laborioso y con resultados imprevisibles (incluso existe un dicho: «Si funciona, no lo toques«), ya que se corre el riesgo de que algo que va bien, deje de hacerlo. Las webs y blogs no son una excepción. Es cierto que lo más habitual es que no haya problemas, pero eso no quiere decir que siempre sea así.
Por otra parte, cuando estos sistemas están expuestos a Internet, deben estar lo más al día posible para estar protegidos de las vulnerabilidades o fallos que pueda tener el software que utilizan. Debemos, por tanto, llegar a un compromiso entre actualizar y no hacerlo.
Siempre que cambio de versión una web sigo un «ritual» que, a lo largo de más de 19 años haciendo y manteniendo páginas, me ha ahorrado bastantes sustos y disgustos:
Sigue leyendo