Actualizar un sistema informático en general es siempre un proceso arriesgado, muchas veces laborioso y con resultados imprevisibles (incluso existe un dicho: «Si funciona, no lo toques«), ya que se corre el riesgo de que algo que va bien, deje de hacerlo. Las webs y blogs no son una excepción. Es cierto que lo más habitual es que no haya problemas, pero eso no quiere decir que siempre sea así.
Por otra parte, cuando estos sistemas están expuestos a Internet, deben estar lo más al día posible para estar protegidos de las vulnerabilidades o fallos que pueda tener el software que utilizan. Debemos, por tanto, llegar a un compromiso entre actualizar y no hacerlo.
Siempre que cambio de versión una web sigo un «ritual» que, a lo largo de más de 19 años haciendo y manteniendo páginas, me ha ahorrado bastantes sustos y disgustos:
Las directrices generales, que pueden variar dependiendo de cada sistema, son:
En muchos casos para ahorrar tiempo o por exceso de confianza, se hace todo en un solo paso y es posible que vaya bien, pero también que no sea así (sobre todo si la página tiene muchas funciones y existen varias actualizaciones). Lo mejor es hacerlo paso a paso. El azar lo reservo para jugar a la lotería, no lo uso como herramienta de trabajo.
WordPress es uno de los gestores de contenidos que más fácilmente se puede instalar (no hay más que ver este tutorial de WordPress) y también es fácil de actualizar. Hace tiempo que había leído que esta popular plataforma de blogs pensaba poner en marcha un sistema para que la página se actualizase de manera automática. Solo de pensarlo, me entraban escalofríos ¿Una página que se actualiza sola? ¿Y si falla y deja de funcionar? ¿Sin copia de seguridad de todo? Brrr.
Al leer los cambios y novedades a partir de la versión 3.7 de WordPress confirmé que ya tiene incluida esta novedad: si el servidor cumple unos ciertos requisitos, el blog puede, sin intervención del usuario, ir aplicando las últimas versiones siempre y cuando sean menores (es decir, puede pasar de WordPress 3.7 a 3.7.1 o 3.7.4 pero no a 3.8 -al menos de momento-). Estas versiones menores realmente no deberían tener problemas de compatibilidad ni generar conflictos con los plugins existentes (nótese que uso el condicional).
En WordPress aseguran que han probado muy a fondo esta característica en más de 100.000 blogs, que está muy bien planteada -no lo dudo-, que el proceso dura en media media menos de 24 segundos y que no da problemas. En mi caso, por el momento, prefiero ser cauto y seguir haciéndolas a mano. Si veo que en un tiempo prudencial (meses) nadie tiene problemas graves, quizá me replantearé mi modelo, pero por ahora, me quedo con el proceso manual.
A pesar del tranquilizador mensaje que aparece al actualizar a la nueva versión, sigo prefiriendo que no lo haga sin mi intervención:
Más fiable que nunca
El proceso de actualización se ha hecho aún más fiable y seguro, con decenas de nuevos controles y sistemas de seguridad.
Todavía tendrás que hacer click sobre “Actualizar ahora” hasta que WordPress 3.8 sea lanzado, pero nunca hemos tenido tanta confianza en ese hermoso botón azul.
Lo que hay que hacer es añadir al fichero wp-config.php (que se encuentra en el raíz del blog normalmente) la siguiente constante:
# Desactiva todas las actualizaciones del sistema base de WordPress:
define(
'WP_AUTO_UPDATE_CORE'
, false );
Una vez modificado y subido al servidor el fichero, si accedemos al apartado donde informa de las actualizaciones disponibles, cambia el mensaje de:
Tienes la última versión de WordPress. No es necesario actualizarla. Las siguientes actualizaciones de seguridad se aplicarán automáticamente.
a
Tienes la última versión de WordPress. No es necesario actualizarla.
Para mí, este segundo mensaje es mucho más tranquilizador. Entiendo que WordPress intente ayudar a que los blogs estén siempre actualizados para, de esta manera, mejorar la seguridad de Internet pero por los míos que no se preocupe, yo me ocupo de que estén al día. Por otra parte, muy seguros tienen que estar de que funciona a la perfección si lo tienen activado de serie y para deshabitar las actualizaciones automáticas hay que añadir un código a un fichero PHP (entre otras soluciones que proponen en este enlace de WordPress en inglés).
¿Dejarás activada la opción? Seguro que hay disparidad de opiniones.
Me dan vértigo las actualizaciones de WordPress, no es la primera vez que, actualizando, se me va algo al garete. Gracias por el truco. Desactivo la actualización automática ¡ya!
Hola, Milagros.
Ya somos dos entonces los que las hemos desactivado. No debería haber problemas, pero… La prudencia nunca es poca.
Saludos y gracias por la visita y el comentario.
Muy buena información Christian, estaré atento a las posibles actualizaciones en mi blog. Por cierto me ha gustado eso de «El azar lo reservo para jugar a la lotería, no lo uso como herramienta de trabajo.» Saludos.
Hola, Julián.
Me alegra que te haya gustado la frase. Intenté sintetizar que con el trabajo no se juega ;)
Gracias por la visita y el comentario. Saludos.
Lo voy a poner en práctica ya mismo, me gusta tener el mayor control posible en mis trabajos y no dejar «al azar» tareas importantes.
Gracias por el artículo.
Hola, Chema.
Ya somos dos. Coincido plenamente.
Gracias por la visita y el comentario.
Hola Christian: Te agradezco la información publicada,me ha sido de mucha utilidad. Ya iba actualizándose solo y está actualmente en la (3.8-alpha). Espero que cuando salga la próxima estable me deje actualizar normalmente
Hola, Moro.
Qué extraño. En teoría sólo se debería actualizar a las nuevas versiones «menores» de la versión 3.7 (3.7.1, 3.7.2, etc.) no a otras versiones mayores y mucho menos a versiones no estables (la alfa que comentas). Revisa qué opciones tienes activadas (en el artículo hay un enlace a la página de WordPress en la que indican qué más opciones de actualizaciones puedes configurar).
Gracias por la visita y por dejar un comentario.
Saludos.