¿Deben los grandes medios de comunicación citar las fuentes? ¿Cortesía o debilidad?

Mención imposibleAl escribir un contenido, tanto en blogs como en grandes medios o incluso en redes como Facebook, Twitter, etc., es habitual inspirarse, investigar y contrastar información en Internet.

Hoy en día hay muchos y muy buenos blogs de calidad sobre muy diferentes temáticas, superando en ocasiones a publicaciones de gran difusión.

A raíz de unos hechos que me han ocurrido estos días ha me ha recordado lo que ocurrió el pasado, me ha surgido la siguiente reflexión:

¿Cuándo se deberían citar las fuentes? ¿Es un signo de debilidad hacerlo?

La respuesta no es sencilla. La etiqueta y la ética dicen que lo correcto es citar a la fuente cuando te aporta algo relevante pero esto no siempre se cumple, ya que en muchos ocasiones se tiende a pensar que poner una referencia a otro contenido es signo de debilidad, falta de creatividad o ignorancia. En mi opinión es todo lo contrario: enlazar con otro artículo o hacer referencia a él es una manera de refrendar lo que se afirma y de que el lector pueda contrastarlo.

Pero, ¿cuándo la fuente es relevante? Aquí se plantea la duda.

A modo de ejemplo planteo un caso real:

Whatsapp Cuenta suspendidaEl otro día un periodista de un gran medio de comunicación nacional entró en contacto conmigo, a través blog, por un artículo que estaba haciendo sobre las cuentas suspendidas de WhatsApp y me pedía ayuda: quería obtener testimonios de usuarios a los que le habían cancelado el servicio.

Afirmaba que lo hacía porque a través de los buscadores había llegado y leído mi entrada sobre las cuentas suspendidas de WhatsAp. Causas y solución.

Le contesté que por cuestión de protección de datos no podía facilitarle los correos de contacto y le ofrecí, a costa de mi tiempo, mandar un mensaje a algunos de los que habían dejado un comentario en mi blog con el mail del periodista para que, si querían, le escribiesen. El periodista aceptó, a pesar de que en mi opinión él podría haber puesto también un aviso en mi blog pidiendo estos datos (como hice de hecho yo).

Moví en mis redes sociales la iniciativa con toda la buena intención, animando a posibles afectados a dejar su testimonio pero la respuesta se hizo de rogar. Dos días después del primer contacto, el periodista me llamó por teléfono al móvil para preguntar si ya tenía alguna respuesta y hablamos un rato, una prueba más del interés de lo que le podía aportar.

También afirmaba que no descartaba poner una referencia a mí o a mi artículo ya que me atrevería a decir que fui el primero en escribir sobre el tema. Por supuesto tengo todos estos correos.

Un mundo conectado

Un mundo conectado

Por fin logré, tras insistir un poco más, obtener alguna respuesta que recopilé y envié al periodista. Él agradeció por correo el esfuerzo y la preocupación (previamente le había informado que seguía pidiendo testimonios y quiero creer que él no había recibido ninguno directamente, ya que no me dijo nada) pero me informó de que el artículo estaba cerrado y que, al ser en versión papel el artículo, no pudo poner ninguna referencia a mí o a mi blog, que en caso de ser en web sí habría sido así seguro (y digo yo, ¿no ha salido también en la web?)

Finalmente se publica tanto en el periódico como en su web, siendo el contenido más visitado ese día sin referencia alguna a mí pero sí a otro especialista muy popular en redes. Tras manifestarle por correo mi disconformidad por no aparecer, la respuesta es clara y me indica que no usó la información de mi blog ni los testimonios que le envié y que me equivoco pidiendo protagonismo.

¿Afán de protagonismo yo después de hacerle parte del trabajo e insistir él por teléfono y correo?

Lo que sí es cierto es que cuando escribí el artículo no había nada publicado en medios sobre el tema de la suspensión de cuentas en WhatsApp y que la estructura de la publicación del periodista se asemeja mucho a la mía.

No entro a valorar si se basó en mi entrada o no (me reservo mi opinión) pero aún así las reflexiones son:

  • ¿Tanto cuesta poner una referencia tras pedirle de manera reiterada a una persona que además ya ha escrito sobre el tema y ha demostrado su esfuerzos?
  • ¿Es lo que busca afán de protagonismo o reconocimiento?
  • ¿Por tener un blog y recibir el contacto de un importante medio se debe dar siempre la información sin esperar nada a cambio?
  • ¿Crees que el periodista debería haber hecho algún tipo de referencia o mención? Quizá haya otro enfoque diferente que no estoy considerando

Otro caso…

WhatsApp no va en un iPhone 3GOtro caso similar nos ocurrió a una bloguera, Nuria Parrondo y a mí. Escribí a principios del año 2013 (el 2.1.2013) un artículo sobre que WhatsApp ya no se podía usar en un iPhone 3G y cómo resolverlo.

Unos días después (el 3.1.2013), Nuria elaboró una entrada similar y le llamaron desde otro periódico muy importante de difusión nacional. Le formularon varias preguntas sobre el tema y le pidieron otros contactos y les dio el mío.

Me llamaron también como parte de la investigación y finalmente apareció mi nombre en artículo del periódico pero no el de Nuria ni por supuesto nuestros blogs o entradas. Sí en cambio la de otro blog muy popular (que además fue escrito después que el mío).

¿Por qué unos blogs sí y otros no y siempre en contra de los pequeños aunque hayan publicado primero el contenido?

Información en Internet

Información en Internet

No son las excepciones…

A través de las redes me han contado más situaciones de profesionales a los que les han pedido información o datos sobre ciertos aspectos y que luego, tras enviarlos, no aparecen como fuentes ni ninguna referencia a ellos. ¿Es eso correcto? ¿Deben proceder así los periodistas? Tengo en cuenta solo los casos que conozco, quizá en otras situaciones citen la fuente, pero en este caso no puedo evitar sentir que me han tomado el pelo. No afirmo que tengo la exclusiva sobre el tema pero sí que ya que me han contactado, pedido información y que ayude, se me mencione, e igual que a mí, a cualquier otra persona que aporte a un medio.

Una posible conclusión es que si ocultan datos como estos, ¿qué más no nos contarán?

Lo que está claro es que si, como tónica general, se mantiene esta praxis, van a tener poca colaboración. En mi caso pienso seguir mencionando las fuentes siempre, ya que creo que es lo correcto.

¿Y tú?

Artículos referenciados:

WhatsApp – «El Mundo»

WhatsApp deja de ser compatible con el iPhone 3G (El País, 17.01.2013)

Foto de la viñeta: Shutterstock.

Foto de información en Internet: Shutterstock.

Foto crowdsourcing: Shutterstock.

21 Responses to ¿Deben los grandes medios de comunicación citar las fuentes? ¿Cortesía o debilidad?

  • Pingback: Bitacoras.com
  • Lamentable sin lugar a dudas pero esta sociedad es así de cruda ya que los ricos se hacen más ricos a costa de los pobres. Desde luego las fuentes hay que citarlas ya que es una recompensa a un buen trabajo y es un apoyo a tu propio trabajo. Este periodista desde luego ha mostrado una profunda falta de ética y moral y probablemente algún día la vida se lo devolverá ya que no le costaba citarte y poner tu blog pero parece todo pactado para que ciertos influencers no se caigan de sus pedestales. Sigue así y por lo menos podrás dormir con la conciencia tranquila, que no es poco.

  • Lamentable querido amigo… no sirve de nada decirte que está pasando y que no eres el único. Últimamente, salvo que cubran una noticia a pie de calle, todo lo que es contenido de investigación es información obtenida de expertos, de sus blogs o mediante entrevista que, si es telefónica arriesgas a ver palabras puestas en tu boca que nunca fueron así pronunciadas.
    Mucho medio de gran difusión nutriéndose de terceros, esa es la forma en la que están re-enfocando su negocio en la era digital.
    Ahora bien, como se te ocurra dar forma a un post en tu blog con formato entrevista a algún experto para articular una entrada con criterio complementario de interés, prepárate para que algún medio critique que quienes somos los no periodistas para publicar en formato entrevista; o peor aún, que es algo que ya he escuchado varias veces, quienes somos los no periodistas/medios para escribir…
    Si a eso le sumas que los editores van a hacer valer su canon por cita, sólo me atrevo a aventurar la muerte de un sector que no se está sabiendo adaptar al cambio y a la ética de dicho cambio.
    Aprenderemos…
    Un abrazo.

    • Hola, Susana

      En efecto, por los comentarios que estoy leyendo en redes y conversaciones en persona parece que es algo más que habitual, lo que no lo justifica ni mucho menos legitimiza. Habría que hacer algo, y eso es cometido vuestro, desde el punto de vista legal, si bien imagino que será muy difícil de llevar a puerto. Entra en contrapunto con el canon AEDE, por ejemplo, tan de actualidad…

      Sobre lo que dices del rechazo por escribir y no ser periodista, no conozco ningún caso directamente pero es difícil de defender. El estilo de redacción y la técnica aporta mucho, pero también hay que tener sólidos y experimentados conocimientos cuando se tratan ciertos temas que no todo el mundo sabe o puede transmitir, sea periodista o no, y ahí los profesionales pueden aportar y mucho.

      Leo diariamente muy buenos contenidos de blogs y no sé qué porcentaje de ellos serán periodistas, pero es seguro menos del 25 %, por lo que ese planteamiento en mi caso no veo que se sostenga.

      Saludos, Susana y muchas gracias por la visita y el comentario.

  • Como dice el refrán: » es de bien nacido, el agradecer a los padres y al meastro las buenas enseñanzas recibidas» La existencia de malos profesionales de la información, hacen que cada vez más se cuestiones las practicas actuales, que redundan en su credibilidad; sobre todo en la llamada Prensa Amarilla.

    • Hola, Juan

      En efecto, la mala praxis «debería» pasar factura en algún momento. ¿Compensa además hacerlo hoy en día en un mundo tan conectado en el que es más que probable que todo se sepa? No hay más que ver las noticias para constatar que todo, antes o después, acaba saliendo a la luz.

      Muchas gracias por la visita y el comentario.

  • Hola, Christian. En la facultad de Periodimso, nos enseñaron la importancia de las fuentes y que hay que cuidarlas. Muchos profesionales han sido encarcelados por no querer revelarlas, precisamente por ese mimo al que me refería. ¿Qué diferencia tu información de otra? Las fuentes que utilizas porque los hechos son los mismos. ¿Qué te hace destacar como profesional, entre otras cosas? El recibir «soplos» (que siempre hay que contrastar) que otros no tienen porque tus fuentes se fían de ti. De ahí su importancia y que estén protegidas por el secreto profesional cuando así lo piden (no es tu caso), casi al mismo nivel que el de confesión, el médico o el de abogado-cliente. El tratar de esta forma a una fuente va en detrimento del periodista: ese es su mayor castigo.

    De todas formas y sin pretender justificar lo injustificable, muchas veces son los editores los que echan por tierra algunas partes de la noticia. También es cierto que las redacciones están llenas de becarios y colaboradores recién salidos de la facultad, que no tienen referentes en periodistas de «raza» porque los han echado. Sin embargo, está en él haber cogido el teléfono y haberte llamado para explicarte lo que ocurría según aprobaron su publicación y antes de que saliese: «Oye, mira, mil gracias por tu ayuda; sin ti, este artículo que mañana se va a publicar, no hubiera podido escribirlo. No he podido mencionarte por esto, esto y esto. Por favor, acepta mis disculpas». Otra vez esas palabras mágicas de «gracias» y «perdón».

    ¿Qué ha conseguido actuando de esta forma? Que todos nos quedemos con su nombre y que si nos llama en algún momento para pedirnos ayuda, la respuesta sea «no, lo siento». Él mismo.

    Un besote, crack (por mucho que digan de JM…).

    • Hola, María

      Pues parece que esa clase se la ha saltado cierta persona. Tener buenas fuentes y contrastarlas y premiarlas de alguna manera coincido que es clave, en periodismo y en otros muchos campos.

      Coincido contigo en que con una explicación justificada habría quedado mucho mejor, pero lamentablemente no ha sido así como hemos podido observar en el artículo y en redes. Tomadas las medidas oportunas, siempre dentro de la corrección, creo que no hay que darle muchas más vueltas, aunque es triste ver que el periodismo del futuro tenga estos valores.

      Muchísimas gracias por el comentario y el ánimo final. Me encanta… Besos.

  • qué sinverguenza!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

  • Debería agradecerse siempre, eso es lo que creo.

  • Lo ético es citar las fuentes. Por qué no lo hacen? Imagino que por diversas causas…Odio a la gente que se apropia de las ideas y el trabajo de los demás. Hoy en día es muy fácil reprobar estas actitudes públicamente y a través de las redes sociales. Al final todo se sabe, pero creo que deberías dedir qué perIodista y qué medio para dejar claro quién actúa de esa forma torticera y que se sepa.

    • Hola, Mavi

      Puedes ver los artículos a los que me refiero con los nombres de sus autores (en particular, el de El Mundo) al final del texto. He preferido no destacarlos ni incluirlos porque no tiene sentido «regodearse». Las reflexiones son surgidas de esta experiencia.

      Saludos.

  • No solo se trata de la debida cortesía con al autor del contenido externo, se trata de seriedad periodística, citar no te devilita, no hacerlo te convierte en un chapucero.

  • No mencionar a las fuentes es falta de seriedad o incluso plagio si uno se apropia de las ideas de los demás como si fuesen suyas. Concuerdo contigo Christian, ¡hay que citar siempre!

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