La popularización de los avances tecnológicos e Internet están cambiando de forma radical el mundo en todos los aspectos y esto no es más que el principio. Raro será el sector que no se vea afectado de una u otra manera en un futuro más o menos próximo, si no lo está ya.
Estoy convencido de que hace apenas 15 años pocas personas creían que Internet podría variar tanto la forma de hacer publicidad, que cada vez se ajusta más a nuestros intereses, de dar a conocer la gastronomía o el turismo, de revolucionar el mundo del cine o de la música con nuevos modelos de negocio, o de afectar al trabajo de agencias de viajes o taxistas, por poner algunos ejemplos.
Esto, de todas maneras y viéndolo en perspectiva, tampoco es nuevo; cualquier avance tiene sus consecuencias: por ejemplo, al inventarse el congelador, los fabricantes y repartidores de hielo vieron mermada su actividad, y lo mismo les pasó a los que hacían fustas para caballos cuando todos (o casi todos) pasamos a tener coche. Hay que saber adaptarse.
Las empresas normalmente evolucionan para adecuarse a los mercados, y, como consecuencia, sus departamentos y necesidades profesionales cambian.
El concepto de marca personal, entendida como el proceso por el cual las personas, y sus carreras son tratados como marcas, no es nuevo. Todos tenemos muestra manera de trabajar y eso nos caracteriza, define e incluso condiciona la forma en que otros perciben lo que hacemos.
En un entorno en el que cada vez hay más profesionales con perfiles similares al nuestro, y el mundo de la música no es una excepción, es muy importante saber crear, gestionar y cuidar la marca personal propia para diferenciarnos de los demás en la medida de lo posible, y no solo en los círculos en los que nos movemos físicamente, sino también en Internet, ya que las redes sociales son una herramienta de enorme valor que proporciona unas opciones de visibilidad como nunca una persona “normal” había tenido en la historia de la humanidad (tanto para nosotros como para nuestra competencia, atención)¸ de ahí la importancia de conocerlas a fondo para poder aprovecharlas.
Este mismo razonamiento se puede aplicar a las empresas (y organizaciones), ya que cada vez hay más competencia (incluso por Internet), por lo que hay que destacar y diferenciarse.
Es fundamental construir también una red de contactos profesionales con los que establecer relaciones beneficiosas para ambas partes y que permanezca fuerte a lo largo del tiempo. Es el arte del networking o, simplemente, crear red.
Por tanto, y a modo de resumen, se podría decir que seas quien seas y hagas lo que hagas profesionalmente hablando, para tener éxito no solamente hay que ser bueno y tener claro lo que se quiere, sino que también hay que saber comunicarlo a tus contactos y entorno, tanto directo como por Internet y saber conectar con aquellos a los que te diriges. Es el nuevo contexto en el que nos ha tocado vivir y, por nuestra propia supervivencia, debemos adaptarnos.
¿Estás preparado?
Renovarse o morir ahora más que nunca. Es fundamental pivotar un poco con las ideas para que un producto o marca te funcione.
Hola
Muy cierto.
Saludos.