Esta mañana recibí puntualmente (un poco antes de lo previsto incluso) un paquete de Nokia con el terminal. La sorpresa al abrirlo fue muy agradable pues se trataba de un Lumia 800 negro. Como resumen de sus características destaca la pantalla de 3,7», el procesador de 1,4 GHz, 16 GB de capacidad y 512 de RAM. El sistema operativo es Windows Phone 7.5 Me sorprendió mucho también ver lo rápido que arranca (sobre 20 segundos) comparado con un Android, iOS o Blackberry. Un asistente nos guía en los pasos básicos (idioma, zona horaria, etc.) que deja el teléfono listo para su uso. La configuración de la wifi fue también fácil y rápida.
Tardé, eso sí, unos minutos en descubrir cómo se abría la tapa donde conectar el cable USB que hace de cargador ya que se encuentra cerrada justo al lado de la ranura para la tarjeta… microsim. Esto no lo esperaba. Ya tenía mi SIM lista y no me vale. Entre mañana y pasado tendré una micro para poder probarlo con conexión 3G. Por el momento utilizo solo la wifi y por tanto las indicaciones sobre la duración de la batería no serán válidas (sin conexión a las redes de datos el consumo es mucho más bajo).
El acabado del teléfono plástico negro y me parece bastante robusto: mejor que la carcasa de plástico de algún Samsung que conozco e incluso que la metálica/plástica del iPhone (que se raya bastante con solo mirarla). Es simplemente diferente. No tiene cámara frontal (extraño para un móvil de gama alta) y la trasera, con flash, tiene óptica de Carl Zeiss y 8 Mpx.
Externamente tiene cuatro botones laterales (volumen + y -, encender y el botón de la cámara). Quizá en los próximos días les encuentre otras utilidades. En la parte inferior de la pantalla tiene tres botones: atrás, Windows y una lupa (buscar – con bing -ya veré si se puede cambiar).
Una de mis mayores curiosidades era saber cómo responde al tacto y si es igual de fluido que el iPhone con las transiciones. Además de con el terminal estrella de Apple he podido jugar en su momento con otros modelos táctiles como un Samsung Galaxy, un Nokia N97 y una Blackberry Torch. La experiencia con estos dos últimos en mi opinión (y siempre comparado con el iPhone) es que eran bastante «toscos». En el caso del Lumia me atrevería a decir que es tan suave como el iPhone. Incluso al realizar diferentes acciones como ver un contacto, abrir un programa, hacer el ya clásico «pinch» con los dedos para ampliar o hacer scroll presenta unos ciertos efectos visuales muy agradables que transmiten un cuidado diseño. Al poner el móvil en modo apaisado se ve una transición suave, nada que ver con el N97.
Echo mucho de menos tocar en la parte superior de la pantalla para ir arriba de todo (en poco tiempo lo hice accidentalmente varias veces) como en el iPhone.
Viene con algunas aplicaciones de serie como Microsoft Office (que aún no he probado) y un cliente de Facebook y Twitter (que para que funcionen hay que vincular a Windows Live, curioso). El navegador es Internet Explorer 9 que se mueve con ligereza y permite compartir en redes sociales fácilmente. Tiene una app llamada «Nokia Conducir» que al abrirla por primera vez descarga casi 300 MB de mapas y voces en el idioma deseado. No vi mucho más de programas. Lo dejo para otros días. Eso sí, ya localicé dónde está el Marketplace donde poder descargar las aplicaciones ;)
Me ha gustado bastante también el springboard o escritorio donde están los iconos de los programas (interfaz Metro). Por un lado tiene unos botones grandes cuadrados (configurables en funcionalidad y ubicación) combinados con un scroll vertical (no horizontal como iOS y Android por ejemplo). Si quiero acceder a todas las opciones puedo darle a la flecha ubicada a la derecha o desplazar la pantalla de derecha a izquierda. Me ha entristecido un poco ver que no tiene manera directa de hacer capturas de pantalla, lo que sin duda ilustraría mejor mis palabras. Habrá que investigar.
Como conclusión de este primer día la verdad es que de momento me está gustando en general más de lo esperado, sobre todo su respuesta táctil, si bien aún hay que empezar a trabajar con él… Promete.
Este post forma parte de una serie de artículos sobre el Nokia Lumia 800.
Hola Christian! Genial aventura y descripción inicial. No se si aventurarme yo con el resultado porque estoy «contaminado». De momento me parece que la aventura (hoy va de aventuras ;) ) de Nokia y Microsoft es muy positiva, para ambos para crear el ecosistema que los dos gigantes necesitan. Metro me parece una gran y acertada apuesta, pero… no todo es HW o SW… ahora tenemos una forma de trabajar y las herramientas deben adecuarse a ellas, me pregunto si es un terminal para trabajar, para entretenimiento, o se quedará a medias en ambos terrenos. Los competidores son duros… 5 años de ventaja. Ya nos lo cuentas!
Gracias por el comentario Juan Ignacio.
En el experimento intento tener la mente abierta y como decía el primer día la idea es dejar atrás costumbres y vicios heredamos los dos años que llevo usando el iPhone de manera intensiva. Viendo la perspectiva en sentido amplio aunque han mejorado mucho en estos 5 años aún queda mucho camino por delante. No lo digo en el artículo (quizá mañana) pero el springboard del iPhone por ejemplo es mejorable, no ha cambiado nada en estos años. Como muy bien dices hay que atacar a la parte de aplicaciones y de operativa a ver qué tal pero aunque hay dos en muy clara ventaja, en informática nunca hay que dar nada por definitivo… Si no que se lo digan a Sega y Nintendo (esta última que sube y baja continuamente)… ¿Lo mejor de todo? que para nosotros, los usuarios, los avances se suceden por la competencia… Los precios no bajan pero por lo menos nos dan cada vez más por el mismo dinero.
Vaya, con solo leerte dan ganas de comprarse uno e ir descubriéndolo poco a poco contigo!!
Genial Christian, ya nos estás poniendo los dientes largos ;) Yo espero a las valoraciones tras una semana con él, y te seguiré diariamente para ver lo que nos comentas.
Muchas gracias por el comentario, Marta :) Si lo haces, ya me contarás.
Saludos.