
Llegados a este punto recuerdo un comentario de un profesor que decía que el marketing no crea necesidades, sino que simplemente las identifica y las saca a flote en caso de que no sean conocidas por el público con el fin de vender un producto o servicio. En este caso quieren colocarnos un móvil 3G en el bolsillo, y puedo entender que así sea, porque si recuerdan, las licencias de UMTS (eso que tan sabiamente llaman 3G para que no se nos atragante la lengua como con los polvorones al pronunciarlo) costaron varios montones de millones, dinero que ahora hay que amortizar y recuperar, claro. Esta tecnología es un paso adelante en la comunicación y tiene innegables ventajas como una mayor velocidad en la transmisión de datos que posibilita nuevos e innovadores servicios, pero como hasta que se les ocurran tienen que atraer público, ofrecen lo que ofrecen, como por ejemplo las videollamadas. Votando a mano alzada, ¿Cuántos de ustedes tienen móvil con videollamada y cuántos la han usado –no vale la primera vez de prueba- o piensan usarla? Levanten la mano sin miedo. Justo lo que me imaginaba. La mayoría de nosotros queremos el móvil para llamar solamente.
Soy consciente también de que los fabricantes de móviles tienen que ganarse el pan, y ya que no pueden hacer móviles innovadores, los cargan de características “de relleno” sin prestar atención a verdaderas necesidades como una batería de duración (créanme, 4 días de baterías no es una duración decente por mucho que intenten convencernos). Yo me volví loco para localizar mi móvil nuevo que dura casi 10 días en espera.
No me entiendan mal, soy Teleco y como tal debería adorar y recomendar la tecnología, pero como tal también lo hago sólo si veo que aporta algo y en este caso creo que esta excelente tecnología con aplicaciones tan lúdicas y vacías de contenido está infrautilizada. Hay excepciones como la transmisión de datos a alta velocidad para poder tener una “oficina móvil” en un portátil conectado a Internet en cualquier sitio a una velocidad aceptable, algo práctico en ciertos casos, pero la mayor parte de los servicios no aportan nada. Confiemos en el futuro.
Con todo esto quiero decir que como consumidores debemos analizar si lo que se ofrece vale lo que tendremos que pagar por ello y, si haciendo las cuentas vemos que el resultado es negativo y no lo contratamos, por favor, un poco de respeto y no nos insulten…
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