Además de por su dinamismo y formato, Twitter me encanta por cómo interactuamos los usuarios. Es una red social/plataforma de comunicación (hay opiniones diferentes sobre cómo categorizar Twitter) muy libre. Cada uno la usamos como queremos, para lo que nos interesa y de la forma que sabemos (o consideramos mejor) pero debajo subyace una “etiqueta” o filosofía propia que es imposible ignorar y que mana de la naturaleza de Twitter: aportar, comunicar y compartir. Es difícil encontrar a un tuitero que no se anime a dedicar uno o varios tuits a una buena causa, algo solidario, etc.
Ejemplo de todo esto es que el próximo día 16 de junio a las 18h (hora de España) se casa @Luz_Martin. No tengo la suerte de conocerla en persona sino solo a través de Twitter y se me ocurrió hacerle un regalo 2.0: que el hashtag #SMWedding sea trending topic durante el momento del enlace. Obviamente esto es una tarea de equipo y solo con la ayuda de mucha gente se puede conseguir.
Tras crear el grupo abierto en Facebook (para organizarnos un poco) y difundirlo entre todos, la respuesta está siendo emocionante: muchas personas se han unido a él (más de 120 en el momento de escribir el post) y los mensajes de cariño y apoyo (tanto de personas que conocen a la pareja como de otras que no) son dignos de leer. Todos están deseando colaborar ese día.
Para mí, uno de los grandes misterios de la tecnología actual es cuál es la mejor manera de tratar una batería, esto es, cómo se puede hacer para que su vida útil (sin una reducción drástica de su duración) sea lo más larga posible.
Según a quién se le pregunte o dónde se consulte se obtienen respuestas radicalmente diferentes. Mi primer portátil me lo trajo Papá Noel en 1999 y desde entonces me ha preocupado este tema, más incluso hoy en día pues además del portátil tenemos móviles, cámaras de fotos, de vídeo, tabletas, MP3/MP4, ebooks, etc. Es decir, cada vez dependemos más de unas baterías que no sabemos muy bien cómo cuidar.
En estos años he tenido contacto con cientos de portátiles (no míos, obviamente) y este hecho (junto con las experiencias oídas) solo ha contribuido a reforzar mi «teoría» de uso.
A raíz de una conversación en Twitter con mi amigo Javier Padilla @elpady donde comentábamos la gran aportación de Microsoft a que la informática sea hoy en día algo asequible a cualquiera (Apple siempre fue algo más caro) me acordé de mi colección de catálogos de Expoelectrónica de El Corte Inglés. Tengo de los años 1990, 1991, 1992 (son tres, uno para imagen, otro para sonido y el tercero para informática), 1993 (sonido e informática), 1994, 1995, 1996 y 2004.
Sorprende el número de páginas que tienen en 1990 y 1991. ¡Más de 200! Entre 1994 y 1996 superan las 100, lo que contrasta con las 24 del “folleto” de 2004. En los últimos años no sé si no cogí porque no había o porque en pocas hojas. ¡Una pena!
Es asombrosa también la evolución de la informática de consumo en estos 22 años. Me planteo hacer un post año a año. Hay muchas marcas que ya no sé si existen y me he quedado sobre todo con que en el catálogo de 1990 ya hay móviles (por llamarlos de alguna manera pues pesan más de 2 Kg.). Me ha hecho mucha gracia (para los que critican los precios de los terminales de gama alta actuales –aunque hay que verlo en perspectiva-) que un Nokia 8110 en 1996 (con Airtel) valía 93.000 pesetas (se me hace raro escribir pesetas) unos 560€. Un iPhone 4S libre en Apple vale 599€.
Los ordenadores, en cambio, los encuentro mucho más económicos hoy en día (sin entrar ya en la abismal diferencia de prestaciones).
Desde la versión 4.3 de iOS (el sistema operativo del iPhone, iPod Touch y iPad) es posible compartir la conexión a Internet (siempre que el operador lo permita) de una manera muy sencilla. No hay más que ir a “Ajustes “– “Compartir conexión” y activar la opción.
En ese momento pregunta cómo queremos compartir (Wifi y Bluetooth o solo USB). En este segundo caso es posible hacer que un portátil o fijo acceda a Internet usando el iPhone como modem usando el cable USB. El único requisito es tener instalado iTunes en el ordenador (aunque no esté configurado ni sincronizado con el iPhone).
En el iPhone 4 y 4S se puede activar compartir la conexión por Wifi. De esta manera el Smartphone se convierte en un punto de acceso inalámbrico con la clave que figura en pantalla. Los demás equipos que quieran acceder no tienen más que conectarse a esa nueva wifi que aparece e introducir la contraseña indicada.
Es posible también permitir que otros dispositivos (con iOS 4.3 o superior) tengan acceso a Internet usando el Bluetooth de forma nativa y con el visto bueno por Apple. En el caso del iPhone 3GS es, además, la única manera si no se quiere usar el cable USB.
Para ello los pasos son los siguientes (en este ejemplo se comparte la conexión con un iPad Wifi):
Las estadísticas indican que más de un 90% de los usuarios de Internet en España utilizan Google como buscador. Para localizar una cierta página no hay más que introducir una palabra o palabras, darle a buscar y Google nos devolverá los resultados.
Los demás apartados (imágenes, vídeos, noticias, etc.) funcionan de igual manera. Se introduce la consulta y se le da a la lupa. Es muy cómodo para encontrar imágenes o fotos sobre ciertos temas (aunque por supuesto no se pueden usar libremente, hay que prestar atención al copyright de cada una).
Una opción menos conocida permite “buscar por imagen”, es decir, en lugar de introducir una palabra o palabras subimos una imagen a Google para buscarla en Internet. De esta manera los resultados son más exactos.