El correo electrónico, comentado tantas veces en esta columna, ha cambiado definitivamente nuestra forma de comunicarnos, tanto a nivel personal como profesional y, en algunos casos, los resultados han sido peores de lo esperado, no por la tecnología sino por el contenido.
Como en todo tipo de comunicado tanto personal como sobre todo profesional, hay una serie de normas a la hora de enviar mensajes por email que son tan importantes como las que deben regir una llamada a un cliente o una visita personal, por ejemplo.